Yonemitsu y Varner | Lucha Sambo

La lucha es también olímpica

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Yonemitsu y Varner, medallas de oro en Londres

Yonemitsu y Varner, medallas de oro en Londres:

Las sorpresas coparon el protagonismo en la última jornada de los Juegos Olímpicos de Londres, en la que tuvieron lugar los torneos de 66kg y 96kg libre olímpica. Los sorteos, especialmente el de la categoría semipesada, depararon unos cuadros marcadamente desequilibrados y hacían ya presagiar unos resultados altamente impredecibles.

En 96kg, cuatro de los grandes aspirantes al oro -los cuatro que partían como favoritos en las casas de apuestas- compartían la parte inferior del cuadro. Solo un luchador, de entre Reza Yazdani, Abdusalam Gadisov, Khetag Gazyumov y Taimuraz Tigiev, podría alcanzar la final, mientras que por la otra rama el camino estaba más despejado para que Giorgi Gogshelidze o Jake Varner se metiesen en la lucha por el oro.

Gadisov y Tigiev se enfrentaron ya en la ronda preliminar, con victoria ajustada del ruso en un combate que pareció pasarle factura a nivel físico. Y es que a pesar de empezar ganando con autoridad el primer asalto en su siguiente lucha, nada menos que ante el campeón mundial Reza Yazdani, Gadisov comenzó a dar muestras de agotamiento a partir del segundo, circunstancia que el iraní aprovechó para hacerse con una victoria no exenta de polémica tras un dudoso punto concedido en contra de la estrella rusa cuando se consumía el tiempo en el electrónico.

Khetag Gazyumov se convirtió en una de las mayores decepciones del campeonato al caer en su combate de cuartos ante el ucraniano Valery Andriitsev, en un tercer asalto lamentable para el azerí, que cierra una temporada para olvidar, entre lesiones y resultados mediocres.

Andriitsev y Yazdani se enfrentaban en una semifinal en la que este último era más que claro favorito para hacerse con la victoria. Sin embargo, el tigre de Joybar sufrió una inoportuna lesión en su rodilla izquierda, y a pesar de sus intentos por seguir luchando, acabó teniendo que retirarse sin poder siquiera competir más tarde por la medalla de bronce.

Varner y Gogshelidze se abrieron paso hasta semifinales por su lado del cuadro. El norteamericano demostró estar en un gran momento de forma derrotando a Gog en un disputado choque a tres asaltos [2:0|0:1|0:1] y ganando su pase a la final, un resultado que el pupilo de Cael Sanderson habría firmado con toda seguridad antes de comenzar los Juegos.

Pero Varner quiso ir más allá y no desaprovechó la oportunidad de pelear por una medalla de oro olímpica que se había plantado ante él. En dos periodos, por doble 1:0, y sin dar opciones a Andriitsev, el estadounidense se alzó con el título de campeón, el segundo para la federación de su país en estos Juegos.

LIBRE OLIMPICA 96kg
1	Jake Varner
2	Valery Andriitsev
3	Khetag Gazyumov
3	Georgi Gogshelidze

En la categoría de 66kg no tardaron en llegar las sorpresas, y ya en la ronda preliminar se quedaron fuera el campeón del Mundo Mehdi Taghavi, a manos de un inspirado Liván López, y el campeón de Rusia y Europa, Alan Gogaev, frente a Zelimkhan Yusupov.

Tatsuhiro Yonemitsu y Jabrayil Hasanov tomaron las riendas en la parte inferior del cuadro del torneo, eliminando el nipón a Haislan García y Liván López, y el azerí haciendo lo propio con Leonid Bazan y Ali Shabanau. Hasanov no pudo en semifinales con el japonés, que le superó en dos asaltos [2:0|1:0] y ganó así su pase a la final.

En el otro lado, el indio Sushil Kumar recordaba al del Mundial de 2010 y con victorias sobre el campeón olímpico de Pekín, Shahin Ramazan, en octavos, Ikhtiyor Navruzov en cuartos, y Akzhurek Tanatarov –con polémica y sangre incluídas– en semis, se metía también en la lucha por la medalla de oro.

Kumar completó una actuación en los Juegos digna de enmarcar, pero lo cierto es que Yonemitsu fue demasiado rival para el indio en la lucha por el oro. Dos periodos [1:0|3:1] bastaron al japonés para demostrar por qué algunos expertos le destacaban entre los aspirantes al título semanas antes de comenzar la Olimpiada. La claridad de ideas y la sencillez con la que el luchador asiático ejecutó cada acción no solo en la final, sino durante todo el torneo, le hicieron merecedor de la presea que acabó colgándose del cuello uno de los mejores luchadores de todo el fin de semana de la libre olímpica en Londres.